Tengo miedo, lo admito, tengo miedo a perder a muchas personas más, a que mis sentimientos no vuelvan a florecer como antes, tengo miedo a no volver a ser yo. En realidad no sé en qué o quién me he convertido, llevo mucho tiempo sintiendo que la persona que soy ha cambiado demasiado y no se siente como lo solía hacer. Es evidente que cambiamos pero no me siento yo. Espero no ser la única al pensar o darse cuenta que su realidad aparece distorsionada a la que previamente se había imaginado. Nunca sabemos por qué camino iremos, ni cómo reaccionaremos ante ellos para recibir ciertos golpes y se ve obligado a construirse la primera coraza que pueda permitirse para continuar. Digo continuar porque muchas veces necesitamos una pausa, un descanso para tener una última esperanza de que todo era una mera ilusión y no se había convertido en tu día a día. Supongo que estas cosas ayudarán a consolidarnos pero en algunas ocasiones, como ahora, no sé ni qué persona soy.
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