Y cerrar los ojos y sentir lo mismo o incluso más que cuando podías ver. Porque en el oscuro vacío de la mirada es el momento en el que observamos más. Prestamos mucha más atención a lo que nos rodea, nuestros sentidos se despiertan para adaptarse y poder ofrecernos toda clase de información para que no perdamos detalle de lo que está sucediendo. Es una sensación inexplicable cuando estás ante una sensación que te gusta y durante un instante cierras los ojos y notas como todo toma mayor importancia, tal vez no veas en ese momento pero tus sentidos se encargan de describirtelo con sentimientos que no sabías que existían. Parece muy complejo, pero solo tienes que cerrar los ojos mientras escuchas unas de tus canciones favoritas y os aseguro que, descubriréis muchos detalles, a pesar de que pensabais que sabéis todos y cada uno de los instantes que forman la canción. Se trata de detalles, de pequeños sonidos, que no todo el mundo es capaz de descubrir y que sin embargo son los más importantes. Parece una tontería, pero la suma de todos ellos componen vuestra canción favorita, ¿y cómo puede ser vuestra canción preferida si ni siquiera sabéis de aquellos detalles que le hacen única? En definitiva tratemos de ver todos esos pequeños pedacitos de la vida que son los únicos que hacen que nuestra existencia tenga sentido.
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