martes, 5 de noviembre de 2019

Arte.

Algunas veces somos arte para ciertas personas. Arte. Somos arte. Parecemos arte. El arte varía en función de los ojos con los que se mire, pero, ¿qué pasa si nos somos capaces de ver nuestro propio arte? Un resplandor que adormece el resto de los sentidos para que otros puedan captar cada detalle de lo que se muestra. El arte se puede expresar de formas tan diferentes que resulta un poco triste no vernos reflejados en ninguna de ellas. Es curioso como nosotros somos, en parte, los creadores de nosotros mismos y que seamos incapaces de ver los logros o en ver en qué o quién nos vamos convirtiendo carece de sentido. Arte que enseña, que hace sentir, que sufre, que engrandece lugares, o personas. Arte que ríe, que sueña, que se esconde junto al Sol y que resplandece con la luna. Arte cósmico al iluminarse junto con las estrellas, arte que desaparece cuando te marchas, arte, que se crea, cuando das la espalda. Al dar la espalda a todo y a todos, te sueles centrar en tí. Arte que diseñas por y para ti. Arte, que sin quererlo, acabas siendo.

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